Querido John by Nicholas Sparks

Querido John by Nicholas Sparks

autor:Nicholas Sparks [Sparks, Nicholas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2006-10-30T05:00:00+00:00


Al otro lado de la ventanilla y a través de mis lágrimas, podía ver una capa de nubes extendiéndose bajo el avión. No tenía ni idea de dónde estábamos. Lo único que sabía era que quería dar media vuelta y regresar a casa para estar donde quería estar.

SEGUNDA PARTE

Capítulo 12

Unas horas más tarde, en esa primera noche solitaria de vuelta en Alemania, volví a leer la carta, reviviendo cada instante que habíamos pasado juntos. Era fácil; esos recuerdos habían empezado a perseguirme y a veces parecían más reales que mi vida como soldado. Podía notar la mano de Savannah sobre la mía y verla mientras ella se sacudía el agua del océano de su pelo. Me reía en voz alta cuando rememoraba mi sorpresa cuando ella cabalgó por primera vez sobre una ola hasta la orilla. Esa semana con Savannah me había cambiado, y los hombres de mi batallón también notaron la diferencia. A lo largo de las siguientes dos semanas, mi amigo Tony se burló de mí sin darme tregua, aliviado de que al final le diera la razón sobre la importancia de gozar de compañía femenina. Lo tenía bien merecido, por haberle hablado de Savannah. Tony, sin embargo, quería saber más de lo que yo deseaba compartir. Un día, mientras yo estaba leyendo, se sentó en la silla frente a mí y sonrió socarronamente.

—Háblame de nuevo de tu descocado romance veraniego —me pidió.

Hice un esfuerzo por mantener los ojos clavados en la página e intentar ignorarlo.

—Savannah, ¿eh? Sa-van-nah. ¡Joder, cómo me gusta ese nombre! Suena tan…, tan delicado, pero seguro que era una tigresa en celo, ¿eh?

—Cállate, Tony.

—No me hagas esto. ¿Acaso no era yo el que insistía todo el tiempo para que salieras con una chica? Por fin me has dado la razón, y ahora es el momento de que me muestres tu agradecimiento. Quiero todos los detalles.

—No es de tu incumbencia.

—Pero bebisteis tequila, ¿no? Te dije que es un método infalible.

No contesté. Tony alzó los brazos en señal de desesperación.

—Vamos, hombre, por lo menos cuéntame que pasó.

—No quiero hablar de eso.

—¿Porque estás enamorado? Sí, claro, eso es lo que dices, pero empiezo a creer que te lo estás inventando todo.

—Así es. Me lo he inventado todo. No es más que una patraña. ¿Estás contento?

Él sacudió la cabeza y se levantó de la silla.

—Pobre cachorrito enamorado…

No dije nada, pero cuando se alejó, pensé que tenía razón. Bebía los vientos por Savannah. Habría hecho cualquier cosa con tal de estar con ella, y ya había solicitado que me trasladaran a Estados Unidos. Mi intransigente oficial superior pareció tomarse la consideración en serio. Cuando me preguntó el motivo, le hablé de mi padre, no de Savannah. Me escuchó durante un buen rato, luego se recostó en el sillón detrás de su mesa y dijo:

—No es que haya muchas posibilidades, a menos que la salud de tu padre empeore.

Cuando abandoné su despacho, sabía que no me movería de allí por lo menos en los siguientes dieciséis meses. No me molesté



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.